Tips sobre productos de colchonería
Para una vida larga del colchón, éste debe ser cambiado de postura al menos cada tres meses. Un colchón tiene cuatro posiciones diferentes en la cama, de esta manera se repartirá proporcionalmente el peso y se alargará la vida útil del mismo.
- La vida útil del colchón es de una media de 8 a 10 años. Esto depende del uso del mismo (si es diario u ocasional), si lo utilizan una o dos personas, o si las personas que lo utilizan son muy ligeras o muy corpulentas y por supuesto, de la calidad del colchón y de los materiales con los que ha sido confeccionado.
- Todos los colchones tendrán una garantía mínima de dos años. Dicha garantía cubre los posibles defectos de fabricación del colchón así como los problemas que puedan ser ocasionados en el transporte por parte de la empresa vendedora, siempre y cuando sea esta la responsable de la entrega.
- Es importante conocer que los colchones de muelles no pueden ser doblados (para meter en ascensores o cambiar de habitación) por que supone el deterioro de las varillas perimetrales para toda la vida del colchón.
- Es recomendable, en cualquier tipo de colchón, que este sea protegido con una funda o cubre colchón, que prolongará la vida del mismo, evitando la introducción de fluidos en el interior del mismo, así como posibles manchas, y el lavado habitual de dicha funda.
- Es importante saber, que los colchones de muelles, al tener una carcasa rígida, llegarán al fin de su vida útil manteniendo una rigidez que posibilitará hacer la cama sin huellas de uso, pero que eso no significa que el colchón sea válido para su uso. En el caso de colchones de látex, espuma o viscolástica, la huella del uso irá siendo visible en el aspecto exterior del colchón, sin que eso signifique que este no sea válido para su uso, dado que continuará proporcionando un descanso óptimo durante su vida útil.
- En cualquier equipo de descanso, es tan importante la base como el colchón, por lo que mantener en buen estado el somier, canapé o base, y que este sea apropiado para el tipo de colchón elegido, puede ser fundamental en la comodidad y la vida útil del colchón. Cada tipo de colchón requiere un determinado tipo de base; no olvide consultar esto a un profesional ante un posible cambio de colchón.
- Las habitaciones con un alto nivel de humedad, así como la condensación que se forma en algunas dependencias son drásticamente malas para la vida del colchón, así como la transpiración alta. En estos casos, resultaría recomendable realizar labores diarias de aireación o introducir elementos como deshumidificadores en las dependencias, no solo por prolongar la vida del colchón sino también por la propia salud de los usuarios.
- En épocas pasadas se confundía dureza con firmeza. En la actualidad es aceptado por la medicina en general que lo que se ha de exigir en un colchón es la firmeza, pero no la dureza, dado que eso garantiza un adecuado reparto de pesos y una perfecta adaptación del cuerpo al equipo de descanso.
- El equipo de descanso de nuestro hogar nos recoge durante 7 ó 8 horas, lo que significa un tercio de nuestra vida. Cuidar y renovar habitualmente dicho elemento cuidando la calidad y buscando lo mejor para nuestro descanso, significará satisfacción y salud. Un buen descanso ayuda a llevar la vida con positividad.
- Los colchones, al estar en contacto con el cuerpo y ser un artículo personal, no son susceptibles de prueba o cambio – nadie querría comprar un colchón que hubiera sido usado por personas desconocidas- por lo que es importante acertar con el descanso ideal para cada persona.